Inteligencia Artificial

Deepfakes: Entendiendo el fenómeno de la manipulación digital

En los últimos años, los deepfakes se han convertido en un tema de creciente preocupación y fascinación en la sociedad. Estas sofisticadas manipulaciones digitales utilizan inteligencia artificial para crear videos, imágenes o audios falsos que pueden parecer increíblemente reales. Desde políticos aparentemente diciendo cosas que nunca dijeron hasta celebridades involucradas en situaciones que nunca ocurrieron, los deepfakes han levantado serios debates sobre su impacto en la confianza pública, la privacidad y la seguridad.

Pero, ¿qué son exactamente? ¿Cómo funcionan y qué implicaciones tienen para nuestra sociedad? Este artículo explora en profundidad el mundo de los deepfakes, desde su tecnología subyacente hasta los desafíos éticos y legales que plantean.

¿Qué son los deepfakes?

El término deepfakes proviene de la combinación de «deep learning» (aprendizaje profundo) y «fake» (falso). En esencia, los deepfakes son videos, imágenes o audios manipulados mediante inteligencia artificial para hacer que una persona parezca decir o hacer algo que nunca ocurrió. Esta tecnología utiliza redes neuronales para analizar y replicar patrones de voz y movimiento, lo que permite crear contenido falsificado que es difícil de distinguir del real.

Los deepfakes comenzaron a ganar notoriedad en 2017, cuando se empezaron a utilizar en videos pornográficos no consensuados, insertando rostros de celebridades en cuerpos de actores. Desde entonces, su uso se ha expandido y sofisticado, lo que ha generado una creciente preocupación sobre su potencial para desinformar y manipular a gran escala.

¿Cómo funcionan los deepfakes?

La creación de deepfakes se basa en la inteligencia artificial, específicamente en un tipo de algoritmo conocido como red neuronal generativa antagónica (GAN, por sus siglas en inglés). Este tipo de red neuronal se compone de dos partes: un generador y un discriminador. El generador crea imágenes o videos falsos, mientras que el discriminador evalúa si son reales o falsas. A medida que el proceso avanza, el generador mejora sus falsificaciones, hasta que el discriminador tiene dificultades para distinguir entre lo real y lo falso.

El proceso de creación de un deepfake implica recopilar una gran cantidad de datos sobre la persona objetivo, como imágenes, videos y audios. Estos datos se utilizan para entrenar el modelo de inteligencia artificial, que aprende a imitar las expresiones faciales, los movimientos y la voz de la persona. Una vez entrenado, el modelo puede generar contenido falso, que puede ser utilizado para crear un video o audio que parece auténtico.

Usos de los deepfakes: el lado positivo y negativo

Aunque los deepfakes se asocian comúnmente con el engaño y la manipulación, también tienen aplicaciones legítimas. En el entretenimiento, por ejemplo, se utilizan para recrear actores fallecidos en películas o rejuvenecer a actores en roles específicos. En la educación, los deepfakes pueden permitir la creación de material didáctico interactivo y atractivo.

Sin embargo, los riesgos de los deepfakes son significativos. Se han utilizado para difundir noticias falsas, manipular la opinión pública, y en casos extremos, para fraude y extorsión. Uno de los usos más perjudiciales es la creación de pornografía no consensuada, donde el rostro de una persona se coloca en el cuerpo de un actor, lo que resulta en un abuso de la privacidad y la dignidad.

Impacto de los deepfakes en la sociedad

El impacto de los deepfakes en la confianza pública es profundo. A medida que estos videos falsos se vuelven más realistas, se hace cada vez más difícil distinguir entre lo verdadero y lo falso. Esto puede erosionar la confianza en los medios de comunicación, las instituciones públicas y hasta en las relaciones personales.

Además, los deepfakes representan una amenaza para la privacidad y la seguridad personal. Las personas pueden ser víctimas de campañas de desprestigio, chantaje o robo de identidad mediante deepfakes, lo que puede tener consecuencias devastadoras en sus vidas personales y profesionales.

Cómo detectarlos y protegerse

Detectar un deepfake puede ser un desafío, pero existen herramientas y técnicas que pueden ayudar. Los investigadores han desarrollado software que analiza detalles como parpadeos irregulares, movimientos faciales poco naturales o inconsistencias en la iluminación. Además, es importante mantener un enfoque crítico y verificar la fuente y el contexto del contenido antes de creer o compartirlo.

Para protegerse, es crucial ser consciente de la posibilidad de manipulación digital y educarse sobre cómo funcionan los deepfakes. Evitar compartir información personal en exceso y mantener una postura escéptica ante contenido sospechoso son buenas prácticas.

Aspectos éticos y legales de los deepfakes

El avance de los deepfakes ha planteado serios dilemas éticos. ¿Debería estar regulado su uso? ¿Cómo equilibrar la libertad de expresión con la protección contra el abuso? Estos son algunos de los debates que rodean la tecnología. Algunos países han comenzado a implementar leyes para combatir los deepfakes maliciosos, pero la regulación global es aún incipiente.

Las implicaciones legales son también significativas. Las víctimas de deepfakes no consensuados pueden enfrentarse a dificultades legales para buscar justicia, ya que la legislación en muchos lugares aún no se ha puesto al día con esta tecnología emergente. Es crucial que se desarrollen marcos legales que protejan a las personas y eviten su uso indebido.

¿Cómo hacer Deepfakes?

Existen muchas aplicaciones de IA para elaborarlos; sin embargo, uno de los últimos avances fue Deep Live Cam que brinda la posibilidad de utilizar una fotografía como modelo para modificar el rostro en una transmisión.

Esta aplicación se encuentra en github, y sus creadores han expresado que:

Este software pretende ser una contribución productiva a la industria de los medios generados por IA, que está creciendo rápidamente. Ayudará a los artistas con tareas como animar un personaje personalizado o utilizar el personaje como modelo para ropa, etc.

Los desarrolladores de este software son conscientes de sus posibles aplicaciones poco éticas y se comprometen a tomar medidas preventivas contra ellas. Tiene un control integrado que evita que el programa funcione en medios inapropiados, incluidos, entre otros, desnudos, contenido gráfico, material sensible como imágenes de guerra, etc. Continuaremos desarrollando este proyecto en la dirección positiva, adhiriéndonos a la ley y la ética. Este proyecto puede cerrarse o incluir marcas de agua en el resultado si así lo exige la ley.

Se espera que los usuarios de este software lo utilicen de manera responsable y respetando las leyes locales. Si se utiliza el rostro de una persona real, los usuarios deben obtener el consentimiento de la persona en cuestión y mencionar claramente que se trata de una falsificación profunda al publicar contenido en línea. Los desarrolladores de este software no serán responsables de las acciones de los usuarios finales.

Deepfakes

El futuro de los deepfakes y la tecnología de manipulación digital

El futuro de los deepfakes es incierto, pero es probable que la tecnología siga avanzando, haciendo que sean aún más difíciles de detectar. Esto podría llevar a un aumento de la desconfianza en el contenido digital, lo que obligará a la sociedad a encontrar nuevas formas de verificar la autenticidad de la información.

Para prepararse, es necesario invertir en tecnologías de detección y en la educación del público sobre los riesgos y desafíos que presentan los deepfakes. También es fundamental fomentar un debate global sobre cómo regular y gestionar esta tecnología para minimizar sus efectos negativos.

Sandy Rodríguez

Entusiasta del mundo de la ciencia y la tecnología, con gran pasión por compartir conocimientos y aportar valor a la sociedad. Máster en Dirección y administración de Empresas. Licenciada en Educación y Desarrollo de Recursos Humanos por la Universidad Central de Venezuela (UCV), diplomada en Diseño Digital por El Instituto de Nuevas Tecnologías, UNEWEB. Con formación en Locución, Oratoria, Programación ...

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